Sellado o sin sellar
Similar a las superficies lisas de baldosas, el primer diferenciador es si hay un sello o si la superficie es porosa. Todas las variantes selladas son resistentes a las sustancias de limpieza ácidas. En comparación con las superficies lisas, el mortero y la lechada se pueden quitar fácilmente simplemente aumentando la dosis y la intensidad del tratamiento.
En el caso de rocas abiertas, que tienen una superficie rugosa, la limpieza es muy difícil y, si está demasiado sucia, no se puede hacer sin dejar rastros.
Los poros deben estar expuestos sin obstruirlos.
Las intervenciones mecánicas como raspar y raspar solo se pueden utilizar de forma muy limitada en superficies rugosas. Se pueden probar pinceles y pinceles de cerdas duras. Cualquier rasguño o punto desafilado se puede volver a trabajar y pulir después de cepillar o raspar con aceite de roca.
Para eliminar la lechada (5,29 € en Amazon *) de las baldosas rugosas, lo único que queda es licuarla y absorberla. La principal dificultad es absorber con rapidez y fuerza suficiente al licuar para que la masa no penetre en los poros y aumente el daño y la contaminación. Las ayudas fuertemente absorbentes y la acción rápida pueden permitir al menos un éxito parcial. Los soportes de grabación muy absorbentes son:
- Esponjas
- Toallas de lana usadas y limpias
- Gamuza
- Papel secante y polar
- Lana de algodón
Casi toda la lechada se puede licuar calentando. Con una plancha o un soplete (23,90 € en Amazon *) la superficie rugosa se puede calentar o quemar brevemente. Es importante eliminar los "charcos" líquidos inmediatamente con unos toques. Idealmente, la dosis es la misma que la de crear "sudor".
Casi todos los aglutinantes químicos y resinas se pueden licuar con calor. Cuando se trabaja con llama, una dosificación cuidadosa no solo mejora el grado de licuefacción, sino que también protege las baldosas de grietas o grietas.
consejos y trucos
Las enormes dificultades que surgen a la hora de retirar la lechada merecen la pena prepararse y tomar amplias medidas de protección al aplicar la lechada. Puede proteger sus baldosas rugosas con un enmascaramiento completo de todos los bordes de las juntas y una generosa distribución de lona.