Posibles efectos de cambio al pegarse con papel de aluminio
Para darle a un piso laminado un aspecto fresco y nuevo, se pueden pegar láminas especiales o colocar un vinilo de clic. Los siguientes efectos directos e indirectos se pueden lograr con las láminas resistentes, que están disponibles en todas las decoraciones imaginables:
- El cambio de color del laminado
- Se cubren las peculiaridades del laminado
- La película cierra las juntas y las llena visualmente.
- El laminado liso se puede hacer antideslizante con una película adecuada.
Durabilidad y vida útil
En general, las láminas aplicadas no logran la durabilidad del laminado y su capa superior hecha de resina de melamina. Las mejores láminas para suelos obtienen un aspecto atractivo hasta por cinco años. Alternativamente, el vinilo click puede colocarse flotando sobre pisos laminados. Si no está pegado, se puede reemplazar en cualquier momento.
Requisitos para pegar
Un piso laminado colocado se cubre con papel de aluminio en un área grande. Se deben cumplir y crear los siguientes requisitos:
- Los paneles deben estar absolutamente alineados entre sí. Una irregularidad de 0,01 milímetros o más provocará inevitablemente que la película se rompa tarde o temprano
- Si la superficie del laminado está estructurada, primero debe alisarse y nivelarse, por ejemplo, con un compuesto nivelador fluido (21,49 € en Amazon *)
- La superficie laminada debe estar libre de grasa y cualquier otra suciedad.
Capa adhesiva, disolvente y plastificante
Cabe señalar que las películas de plástico suelen contener ingredientes que no se encuentran en el laminado. Tanto la capa adhesiva como el pegamento en la parte inferior de casi todos los productos contienen disolventes. Las propias películas necesitan plastificantes químicos para que sean procesables. Por tanto, no son adecuados para habitaciones sensibles como las habitaciones de los niños, los dormitorios y la cocina.
consejos y trucos
Si planea pegar como una solución a más largo plazo, vale la pena investigar el área de pisos comerciales. Los productos más resistentes para laboratorios y almacenes, por ejemplo, son a prueba de ácidos y pueden ser accionados por máquinas en funcionamiento.