Propiedades del acero y el hormigón
El hormigón es un material de construcción muy económico que se compone principalmente de materias primas naturales y es muy económico de fabricar. Se puede optimizar para prácticamente cualquier aplicación con varios aditivos y agregados.
En estado líquido, puede moldearse casi indefinidamente, en estado endurecido es extremadamente resistente a la presión, dimensionalmente estable y duradero. Es resistente a la intemperie e incluso se puede utilizar bajo el agua. Sin embargo, su mayor ventaja es su durabilidad y resistencia casi ilimitadas.
La única desventaja real del hormigón, a saber, su baja resistencia a la tracción, se compensa con el acero en el hormigón armado. Aumenta la resistencia a la tracción del hormigón y, al mismo tiempo, a su vez, la ya muy alta resistencia a la compresión del hormigón. Como material compuesto, el acero y el hormigón juntos ofrecen todas las propiedades que cabría esperar de un "material de construcción universal".
Cómo funciona el hormigón armado
En el caso del hormigón armado, el hormigón se refuerza en su interior mediante las denominadas armaduras de acero. El refuerzo está unido de tal manera que las fuerzas de tracción que se producen en el componente son absorbidas por los refuerzos de acero del interior.
La instalación del refuerzo es relativamente fácil ya que el hormigón simplemente se vierte o bombea sobre la barra de refuerzo hasta que está cubierto y completamente encerrado en el hormigón. Después del endurecimiento, el hormigón armado es completamente resistente.
Posible daño al hormigón armado
El mayor problema con el hormigón armado es la corrosión de las piezas de acero que sirven como refuerzo o como espaciadores entre las barras de refuerzo individuales. Si el ambiente normalmente alcalino dentro del hormigón, donde normalmente prevalece un valor de pH de 12-14, cae a un valor de pH de menos de 10, las barras de acero del interior ya no están protegidas contra la corrosión.
Si el acero de refuerzo se corroe, se ponen en marcha procesos químicos que convierten parcialmente el hormigón del interior en productos químicos que tienen un volumen mayor que las materias primas. Esto crea tensión dentro del hormigón. Se habla aquí de la llamada carbonatación o de un "ataque de empuje" al hormigón desde el interior.
Este problema con el hormigón armado es la mayor desventaja y la causa más común de daño en el hormigón armado. Sin embargo, se puede evitar en gran medida con cierta precaución.