Los peligros del amianto
El amianto estuvo contenido en algunos materiales de construcción hasta los años noventa, incluidos los paneles de fibrocemento para cubrir fachadas y techos, más conocidos bajo la marca "Eternit".
Sólo entonces se tomó más en serio el peligro para la salud que representaba el amianto y en 1993 se prohibió la mezcla de fibras de amianto.
El peligro para la salud que representa el amianto se debe al pequeño tamaño de las fibras: si se inhalan, pueden llegar a los pulmones, de donde el cuerpo ya no puede excretarlas, permanecen allí.
En el caso de una exposición masiva, esto puede conducir a enfermedades pulmonares graves y permanentes, las llamadas asbesto, que, como una neumonía, significan una restricción permanente y progresiva de la función pulmonar y, en el curso posterior, también al cáncer de pulmón.
Sin embargo, el riesgo solo surge cuando se inhalan fibras: en los paneles de amianto integrados e intactos, las fibras están firmemente unidas.
La eliminación puede ser costosa
La eliminación de paneles de techo de amianto, así como su eliminación, solo puede ser realizada por empresas especializadas autorizadas. El costo es enorme aquí y, a veces, incluso supera el costo del techo cuando se construyó.
Otras opciones son encapsulamiento o renovaciones que incluyen (sin derribar) el techo existente que contiene asbesto. La mejor solución debe encontrarse en cada caso individual.
¿Qué láminas de techo pueden contener amianto?
- Paneles de fibrocemento Eternit que se fabricaron antes de 1993, pero en su mayoría modelos más antiguos
- Planchas onduladas eternit y Eternit de los años setenta y ochenta
- Paneles de fibrocemento de otros fabricantes que son un poco más antiguos
Consejos y trucos
El cartón de soldadura viejo y algunos revestimientos para pisos también pueden contener asbesto; si es necesario, verifique las existencias en el sótano de su aficionado.