Proteger la piedra natural con un sellador o impregnación
Solo podrá disfrutar de su suelo de piedra natural durante mucho tiempo si está adecuadamente protegido contra la intemperie, la humedad y la suciedad. Esto se puede hacer mejor en forma de impregnación o sello. Con la protección suficiente, la piedra natural no se ve mate ni opaca después de un corto período de tiempo, pero es permanentemente hermosa a la vista y se puede utilizar durante muchos años.
Cómo se realiza el sellado o impregnación
Solo con una preparación suficiente obtendrá un muy buen resultado y una protección permanente para su superficie de piedra natural. El tratamiento correcto consta esencialmente de los siguientes pasos:
- limpieza a fondo del revestimiento del suelo
- Eliminar la suciedad rebelde
- Aplicar el sellador o impregnación
- Cumplir con el tiempo de secado suficiente
- si es necesario, aplique el sellador o impregnación como una segunda capa
Diferencias entre un sellador y una impregnación.
Existen algunas diferencias entre un sellador y una impregnación. El sello, por ejemplo, permanece en la superficie y forma una capa protectora. Las influencias externas ya no tienen ningún efecto sobre los poros finos de la piedra natural, ya que están completamente rellenos y sellados, como sugiere el nombre. La impregnación funciona de manera diferente. Este se introduce en la piedra natural y llena los poros. Como resultado, la piedra permanece transpirable, pero es significativamente menos absorbente y propensa a ensuciarse. Las impurezas solo pueden penetrar con gran dificultad, ya que su adherencia a la superficie también se reduce significativamente. Su ventaja: la limpieza es mucho más fácil.
Es importante una limpieza a fondo antes del sellado o la impregnación.
Solo se puede lograr una protección suficiente si se lleva a cabo una limpieza a fondo antes del sellado o la impregnación. También preste atención a las condiciones climáticas cuando la piedra natural está afuera. La temperatura no debe ser demasiado baja para permitir que el sellado o la impregnación se sequen rápidamente para que el revestimiento del piso se pueda volver a pisar rápidamente.