Cuando la chimenea se vuelve fea por fuera
Una chimenea muy dañada puede provocar olores desagradables o representar un peligro para la salud. Muchas chimeneas ya se pueden ver desde el exterior que ya no están en perfecto estado. Antes de pensar en pintar, primero debe eliminar los problemas que causaron la función incorrecta y la discapacidad visual. Estos pueden ser, por ejemplo, los siguientes defectos:
- Signos de desgaste relacionados con la edad
- hollín de la chimenea
- Grietas en la pared de la chimenea
- Daños por cosas que entran en la chimenea.
Importante: consultar previamente con el deshollinador
Antes de realizar cualquier trabajo en la chimenea, primero debe consultar con el deshollinador y obtener asesoramiento sobre las medidas que se deben tomar para remediar el daño existente. Por ejemplo, puede ser necesario proporcionar aislamiento al exterior de la chimenea y luego cubrirla o pintarla. En ningún caso debe simplemente aplicar pintura en el exterior, especialmente pintura no apta para chimeneas o chimeneas. La remodelación suele ser necesaria cuando un sistema de calefacción antiguo ha sido reemplazado por uno nuevo, por ejemplo, cuando se pasa de gasoil a gas. Si desea realizar una renovación en esta ocasión, también debe buscar asesoramiento.
El hollín como causa de una chimenea antiestética
El llamado hollín ocurre cuando la chimenea es penetrada por agua, alquitrán y ácido. Sobre todo, son los condensados ácidos los que pueden dañar toda la estructura de una chimenea. Desde el exterior se suelen ver manchas marrones, que también generan olores desagradables. El hollín es un asunto serio, ya que a altas temperaturas el alquitrán depositado en la pared interior puede inflamarse. Entonces, si hay hollín, las causas deben eliminarse primero antes de llevar a cabo una renovación de la chimenea o un trabajo de pintura.
Después de la renovación
Después de la renovación, el deshollinador debe quitar la chimenea para garantizar la seguridad operativa continua.