¿Son útiles las piedras de almacenamiento en la estufa?
Una estufa de leña, también conocida con el término estufa sueca, se caracteriza por su construcción independiente con una conexión a la chimenea a través de un tubo de estufa. Una estufa de este tipo se ve muy decorativa debido a los pies a menudo delicados y la silueta estrecha. Y esa es probablemente la razón principal por la que muchos están coqueteando con una chimenea.
A diferencia de los tiempos en los que una estufa de leña todavía tenía un propósito funcional, los modelos actuales generalmente encuentran su camino en las casas que tienen un sistema de calefacción instalado permanentemente. Por regla general, no son necesarios para la calefacción básica necesaria en la casa, sino solo como fuente de calefacción adicional y también como elemento de decoración nostálgico.
¿Cómo funcionan las piedras de almacenamiento?
Por lo tanto, las piedras de almacenamiento a menudo están disponibles como módulo adicional opcional para estufas de leña. Actúan como acumuladores de calor y se instalan encima de la cámara de combustión. Almacenan el calor que se eleva desde la cámara de combustión y luego pueden liberarlo gradualmente nuevamente. Lo hacen incluso después de que el fuego se ha consumido. Esto convierte la estufa de un dispositivo de calor por convección en un dispositivo de calor radiante. El calor no se distribuye directamente con el aire que fluye, sino que lo emite indirectamente el medio de almacenamiento.
Las piedras de almacenamiento y su calor radiante tienen una serie de ventajas:
- No es necesario agregar combustible con tanta frecuencia
- El calor se distribuye de manera más uniforme en la habitación.
- Menos generación de polvo
- Menos sequedad del aire
Una estufa de leña con piedras de almacenamiento siempre es útil cuando se supone que debe soportar una parte importante de la calefacción. Debido a que el medio de almacenamiento continúa emitiendo calor incluso después de que se haya quemado, la estufa y la habitación permanecerán en gran parte calientes durante la noche si no vuelve a revolver.
El calor radiante también es más agradable para la mayoría de las personas porque se distribuye de manera más suave y uniforme que el calor de convección bastante caprichoso de las estufas de leña sin piedras de almacenamiento. Aquellos que son sensibles al polvo y al aire seco también se beneficiarán del calor radiante en este sentido.