¿Qué pasa cuando se endurece el yeso de París?
Cuando se coloca el yeso de París, tienen lugar procesos químicos que son, por así decirlo, el reverso del proceso de "quemado" anterior y no son necesariamente fáciles de entender por los profanos. Sin embargo, se puede decir de manera simplificada que durante esta conversión se almacena el llamado agua cristalina en el yeso (en realidad, el nombre del producto final así creado), por lo que también se puede utilizar como protección contra incendios en forma de placas de yeso. Al mezclar en el agua de mezcla, se pone en marcha un proceso durante el cual se forman cada vez más cristales de yeso, que se entrelazan gradualmente. El yeso de París también aumenta de volumen, por lo que se puede utilizar especialmente bien como material de fundición.
¿Qué factores aceleran el proceso de fraguado?
Hay varios factores que pueden acelerar este proceso de configuración:
- el uso de agua más caliente
- la presencia de cristales de yeso ya fraguado u otros cristales como la sal de mesa
- la agitación en el recipiente
Muchos aficionados al bricolaje encuentran que el tiempo de fraguado de varios productos parece ser más corto en la práctica que lo que se indica en el empaque del fabricante. Sin embargo, este hecho puede estar relacionado con una limpieza insuficiente de los recipientes y herramientas utilizadas: incluso pequeños residuos de yeso en la herramienta de agitación o en el cubo utilizado son suficientes para acelerar involuntariamente la reacción química del fraguado. La agitación particularmente profunda también puede estar bien intencionada, pero puede tener un efecto muy acelerador sobre el entrelazado de los cristales de yeso.
¿Cómo se puede extender el tiempo de fraguado sin sacrificar la calidad?
Para retrasar el fraguado del yeso de París, por ejemplo, es posible prescindir de la agitación en el recipiente después de que haya sido "inundado". Para esto, sin embargo, el yeso de París debe primero distribuirse uniforme y cuidadosamente en el agua de mezcla. Muchos aficionados al bricolaje juran para fines de procesamiento bastante toscos (para los cuales los pequeños grumos no son tan relevantes) no revolver el yeso, sino solo dejarlo "beber". Incluso cantidades muy pequeñas de vinagre, detergente líquido, vino blanco o cola para huesos pueden prolongar el tiempo de fraguado sin una pérdida significativa de calidad.