Selle la conexión de la pared
Una terraza de hormigón siempre debe tener una pendiente de al menos dos por ciento que se aleje de la casa. El suelo debe hundirse dos centímetros por cada metro recorrido. Esto evita que el agua se atasque en la esquina entre la pared de la casa y el piso de la terraza. Sellar la unión sigue siendo importante, ya que el agua de lluvia corre por la pared de la casa.
La cubierta de la terraza se coloca con una junta de dilatación en la conexión del edificio. Se inserta una cinta de sellado elástica y flexible en esta unión. También mantiene la humedad y el agua fuera cuando ocurren temperaturas extremas o el suelo hace movimientos ligeros y naturales. La lechada de sellado se aplica como capa superior. Se debe tirar hacia arriba unos 15 centímetros en la pared y llenar la junta de tal manera que no se vea más cinta selladora.
Sellar esquinas y bordes
La lechada de sellado también es el agente de sellado para los lados abiertos y el lado frontal de la terraza de hormigón. Alternativamente, se pueden unir paneles mecánicos de chapa, madera o piedra. El sellado con lechada comienza en las esquinas.
Una vez que el lodo se ha secado, el compuesto de sellado real se aplica en un espesor de material de alrededor de dos milímetros. La lechada también se puede introducir en juntas lavadas. Es importante comprobar primero de forma inequívoca si se ha formado humedad debajo de las baldosas.
El hormigón húmedo en la subestructura requiere renovación
Si se ha formado humedad en la subestructura de la terraza, debe renovarse. La cubierta debe retirarse y volverse a colocar con la pendiente del dos por ciento. Después de quitar las baldosas o losas viejas y los residuos de adhesivo de baldosas, el hormigón debe secarse completamente antes de volver a cubrirse. La perforación de orificios de secado, posiblemente provistos de tampones de construcción, acelera el proceso.
consejos y trucos
No se debe utilizar betún o fieltro para techos (€ 24,79 en Amazon *) para impermeabilizar una terraza. Los materiales se vuelven pegajosos cuando se calientan con un fuerte sol, lo que puede tener consecuencias desagradables para las mascotas y los niños.