Tecnologías de fracking
La fracturación hidráulica, en realidad la fracturación hidráulica, consiste en expandir y estabilizar las grietas existentes en las capas profundas de roca para extraer el gas natural almacenado bajo presión. El llamado gas de esquisto, del que también hay grandes depósitos en Alemania, es de especial importancia.
La producción tiene lugar presionando un líquido (el llamado fluido de fracturamiento hidráulico) en un pozo. La presión de la gran cantidad de líquido (hasta 10.000 m³ por fase de fracturación hidráulica) separa la roca y, por lo tanto, permite la extracción. Los pozos pueden tener hasta 3.000 metros de profundidad, pero generalmente solo se producen unos pocos cientos de metros de profundidad.
Los fluidos de fracturación hidráulica contienen apuntalantes y, en algunos casos, aditivos; estos incluyen:
- Apuntalantes
- Biocidas
- pero también productos químicos como el ácido clorhídrico (5,95 € en Amazon *), trietamina o tiosulfato de sodio
Los pozos están llenos de hormigón, pero siempre hay fugas. No solo por esto, el fracking es muy controvertido.
Peligros para el agua potable, el agua subterránea y el agua superficial
El fluido que se presiona en el pozo contiene entre 2 y 5 por ciento de sustancias químicas, algunas de las cuales son tóxicas y peligrosas. Con el uso de alrededor de un millón de litros de agua por proceso de fracking, esto significa una gran cantidad de productos químicos que se utilizan.
Existe un peligro particular en el caso de fugas en los pozos. La perforación se lleva a cabo a mucha más profundidad que el agua subterránea, pero las sustancias también pueden elevarse dentro del suelo circundante y así contaminar el agua subterránea.
Otro peligro surge al desnatar y procesar el llamado fluido de retrolavado del pozo. La eliminación del agua de proceso también es una fuente importante de peligro: si hay fugas aquí, el suelo y, posteriormente, el agua subterránea también pueden contaminarse.
Todavía no está del todo claro el peligro potencial que contiene el agua restante; aún se están realizando investigaciones en esta área. Después de todo, casi la mitad del agua permanece en el suelo.
Experiencia de EE. UU.
En los EE. UU., Donde el fracking se ha utilizado en gran medida para la producción de gas natural desde el cambio de milenio, se han observado numerosos casos de contaminación del agua potable en las áreas de producción.
En particular, la contaminación con gases como metano, etano y propano es un problema frecuente en las áreas de producción. En algunos casos, la presión del gas en las tuberías de agua es tan alta que el agua que sale del grifo se puede encender con un encendedor común. Hasta ahora, no se ha sabido nada de los EE. UU. Sobre la contaminación específicamente verificable por los aditivos, pero este peligro potencial no puede descartarse de inmediato.