Una cuestión de perspectiva
El mayor desafío al hacer plantillas es invertir de positivo a negativo. Se necesita un poco de imaginación para implementar este cambio de perspectiva. El proceso es similar a la creación de moldes que representan el negativo de la figura posterior.
Para hacerse una idea y hacer algo de práctica técnica, este efecto se puede probar con pequeñas plantillas y acuarelas en una hoja de papel. Los triángulos, círculos, cuadrados y rectángulos se pueden colorear en el interior o se pueden usar como un hueco desde el exterior.
Si se van a colocar figuras, objetos o escritura en la pared, las plantillas forman el borde o cubren las áreas en las que no debe caer pintura. Al pintar motivos murales con varios colores, el orden de las superficies individuales también es de importancia técnica.
Material para hacer plantillas
En general, el cartón es muy adecuado para hacer plantillas. Al elegirlo, se debe tener cuidado para asegurarse de que el cartón conserve su estabilidad incluso si se moja con la pintura. La resistencia del papel y el cartón se mide en gramos por metro cuadrado (g / m²), el llamado gramaje. Las siguientes clasificaciones se aplican a los gramajes:
- Papel hasta 250 g / m²
- Cartón entre 250 y 600 g / m²
- Cartón desde 600 g / m²
Para las plantillas, se recomiendan gramajes de alrededor de 400 g / m². Otro factor que determina la vida útil del cartón húmedo son los aditivos estabilizadores. Especialmente en la tecnología de embalaje, las llamadas cajas de cartón están reforzadas y también son adecuadas como plantillas con gramajes bajos.
Se recomiendan tijeras y cortadores de uñas y domésticos o cuchillos para papel tapiz como herramientas de corte.
consejos y trucos
Si sostiene una plantilla contra la pared y aplica pintura, la plantilla debe quedar “plana”. Puede soportar la presión uniforme con un bloque de madera, una tira de madera o una regla de pintor. Para proyectos más grandes con uso frecuente de plantillas, vale la pena pegar puntales al cartón o caja.