¿Por qué madera térmica para la fachada?
El tratamiento térmico de las maderas domésticas tiene como objetivo una mayor durabilidad en el uso en exteriores. Al someter especies de madera como pino, abeto, haya o fresno a un proceso de calentamiento de varias horas, adquieren propiedades que las hacen comparables a las maderas tropicales en cuanto a resistencia a la intemperie. Las temperaturas entre 160 y 250 ° C, a las que se expone la madera durante 24 a 48 horas en una atmósfera baja en oxígeno, provocan los siguientes cambios químico-físicos:
- Escape completo de humedad y resina.
- Desglose de hemicelulosa y lignina
- Caramelizar las moléculas de azúcar
- Formación de ácido acético como producto de degradación.
Como resultado, la madera se seca, se desmorona y se vuelve más ácida. Muestra un comportamiento de deformación, contracción e hinchazón significativamente reducido y ya no proporciona un caldo de cultivo para la descomposición de microorganismos y hongos. En consecuencia, la madera termoeléctrica es significativamente más duradera que la madera doméstica sin tratar.
Por lo tanto, se utiliza a menudo en exteriores, por ejemplo, para terrazas o muebles de jardín. Pero debido a que también pierde su dureza cuando se hornea y reacciona de manera más sensible a las cargas mecánicas, en realidad es casi incluso mejor para revestimientos de fachadas que están menos presurizados. Por ejemplo, como revestimiento elegante y ecológico de casetas de jardín o en interiores con mucha humedad como baños.
El especial atractivo del pino térmico para la fachada
La ventaja de los paneles de pared hechos de madera termoeléctrica no es solo la estabilidad dimensional y la resistencia a la descomposición en condiciones de humedad y desgaste. La apariencia también se ve reforzada por la modificación térmica. La caramelización de las moléculas de azúcar le da a la madera un color oscuro y cálido, que puede variar según los tipos de madera entre tonos dorados y rojizos a negros ahumados.
El pino termo tiene un marrón medio rojizo dorado, que puede resultar muy atractivo debido a la veta viva típica del pino. En este sentido, el pino térmico tiene un valor decorativo especial para una fachada. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que el pino térmico, en comparación con la madera dura, es particularmente quebradizo debido a la considerable pérdida de resina y, por lo tanto, es bastante sensible a la rotura durante el procesamiento. El pino térmico también tiene una resistencia a la intemperie moderada, aproximadamente comparable a la de la madera de alerce y está en la clase de durabilidad 3-4.