Lana y lejía: no es una buena combinación
Incluso si su lana es demasiado oscura para usted y desea una tela significativamente más clara: la lana y el blanqueador siempre son una mala combinación. Las fibras no toleran el cloro ni el blanqueador con oxígeno, eso es seguro.
Si da este paso, su lana con toda probabilidad se verá muy estresada después. Desafortunadamente, el daño que ha causado no puede repararse.
¿Lejía suave como alternativa?
El llamado blanqueador suave, que también se puede usar en forma de detergente líquido, básicamente no ofrece una salida real a esta miseria. Estas sustancias se especializan en eliminar manchas, algunas de ellas bastante rebeldes.
Pero el blanqueamiento suave no provoca un blanqueamiento real hasta las fibras blancas como la nieve. Más bien, aumenta la luminosidad de los colores, lo que en muchos casos no significa un mal efecto.
Si decide usar un blanqueador suave, asegúrese de que las instrucciones de uso también permitan el uso de lana. Y sigue las instrucciones exactamente para que la tela no se dañe.
Blanqueo industrial de lana
En la industria textil, el blanqueo de la lana es muy posible con la ayuda de productos químicos que se combinan con mucha precisión con las fibras de lana. En general, este material tiende a blanquearse sobre una base ácida, mientras que el algodón se aclara con una base alcalina.
Sin embargo, el blanqueamiento de manos fuera del sector industrial casi siempre conduce a accidentes totales, lo que también se puede ver en los numerosos informes de experiencias en Internet. El blanqueador desengrasa la lana, elimina la lanolina protectora y da aspereza a las escamas de fibra. Así que será mejor que compre lana blanca de inmediato.
consejos y trucos
Además del blanqueamiento, la lana también quisiera ser tratada con suavidad. Lave el material en frío solo en el ciclo suave sin centrifugar. A menudo es suficiente agitar bien la ropa y ventilarla en lugar de la ropa mojada.