Disolución en lugar de derretir
Cuando el caucho se disuelve y se vuelve pegajoso en el proceso, a menudo se lo denomina fusión. Los signos y características obvios son bastante similares a la fusión de una sustancia. La diferencia decisiva es la ruptura completa de la estructura química y la estructura física.
Durante el proceso de fusión, una sustancia se licua y cambia su estado físico. Cuando se elimina la influencia externa del calor, la sustancia se solidifica nuevamente, como muestra el ejemplo más conocido de agua y hielo. Pero el caucho no se derrite, se disuelve. Lo que queda es una masa marrón, pegajosa y grasosa que casi ya no se puede utilizar.
Se producen gases tóxicos al quemarse
Cuando se vierte y vulcaniza caucho nuevo, siempre es caucho nuevo. Una vez vulcanizado, el caucho solo es reciclable mecánicamente. Los gránulos o la harina se utilizan para una variedad de tareas. Esto evita la formación de la "masa fundida" pulposa. El único uso energético al quemar caucho viejo es, por ejemplo, su uso como combustible secundario en cementeras.
Cuando se quema el caucho, hay tres vapores principales que desarrollan las siguientes sustancias cáusticas y tóxicas cuando entran en contacto con el agua de extinción:
- Dióxido de azufre
- Trióxido de azufre
- Hollín
Además, con muchos productos de caucho enriquecidos y no puros, hay más humos tóxicos de plásticos y plastificantes. El caucho de los neumáticos de los automóviles, por ejemplo, solo puede "fundirse" y quemarse con los sistemas de filtrado adecuados. El dióxido de azufre puede unirse con piedra caliza y convertirse en yeso.
Comportamiento en límites de temperatura
Si el caucho hecho de caucho natural se enfría a tres grados Celsius o menos, se vuelve quebradizo. A partir de los 145 grados comienza a disolverse ya partir de los 170 grados desarrolla la pegajosidad que comúnmente se conoce como "derretimiento".
consejos y trucos
Nunca apague el caucho en llamas o en disolución con agua. Es más liviano que el agua y en un incendio (llanta) flotará encima. Como resultado, los humos tóxicos antes mencionados se desarrollan con especial intensidad.