Al caucho no le gusta producir abrasión o moler
El gran arte de quitar el bolígrafo sobre goma no es "empeorar la situación". En general, por supuesto, cada rastro de bolígrafo se puede eliminar con un efecto abrasivo, por ejemplo, con paños de microfibras, leche para fregar o papel de lija. El problema es que la superficie de la goma está al menos sin brillo y, en el peor de los casos, incluso dañada.
A diferencia de Edding o pintura, el bolígrafo "se conecta" a la goma. El recambio del bolígrafo contiene disolventes que se evaporan después de que se han filtrado. Lo que queda es el color del bolígrafo, que se "adhiere" a la goma. En un sentido químico, la pintura debe disolverse nuevamente para poder eliminarla. Sin embargo, esto requiere una solución de agresividad que también ataque al caucho.
Equilibrio entre lo máximo necesario y lo mínimo posible
Para todos los agentes de limpieza que aflojan los bolígrafos, se debe encontrar un cuidadoso equilibrio entre la dosis y el tiempo de exposición. En caso de duda, un acercamiento o aumento en varias pasadas es el método más prometedor. Esto se aplica, por ejemplo, al vinagre que ataca al caucho. Se debe tener en cuenta lo siguiente:
- El vinagre blanco utilizado como remedio casero normal no es muy agresivo, pero a menudo resulta indefenso frente a los bolígrafos.
- La esencia de vinagre es más concentrada y eficaz y representa una especie de "camino real".
- El ácido acético al 38 por ciento casi siempre funciona, pero desafortunadamente también en la goma.
Los mismos principios se aplican al alcohol isopropílico, al ácido cítrico y a cualquier otro disolvente o sustancia ácida. En los intervalos debes empezar a frotar brevemente y luego retirarlo nuevamente pasados unos segundos. Antes de aumentar la concentración, el tiempo de exposición debe aumentarse lentamente. Si la pluma no se puede limpiar después de un minuto, se debe usar el siguiente nivel de concentración.
consejos y trucos
Siempre debe planificar y prepararse para regenerar la goma después de quitar el bolígrafo. La leche, el suavizante de telas o el aceite o la cera son buenas herramientas para pulir cualquier nubosidad y manchas lechosas en la superficie de la goma y devolverle el brillo.