Otros pájaros cantores en particular se meten en problemas
Los arrendajos euroasiáticos no croan de manera penetrante como las urracas, pero son al menos tan atentos, inteligentes y rápidos como sus parientes cercanos. Si hay algo para comer, por ejemplo, seguramente lo notarán. Este es el mayor problema que trae un arrendajo a un jardín. Se alimenta de pájaros cantores más pequeños como los carboneros.
En el orden jerárquico natural, los córvidos como los arrendajos, las urracas, los cuervos y los cuervos prevalecen sobre otras especies de aves además de las rapaces. También saquean los nidos de pájaros más pequeños y picotean frutas como manzanas, que luego ya no se pueden usar para el consumo.
Un pajaro muy inteligente
Ahuyentar y ahuyentar al arrendajo suele ser poco más que un intento. Los animales tienen muy buena percepción y aprenden rápido. Se dan cuenta rápidamente cuando algo que inicialmente es aterrador no tiene ningún efecto o peligro para ellos. Así que los maniquíes y los espantapájaros rara vez tienen éxito a largo plazo. El aullido de las sirenas y el ultrasonido también son inquietudes aterradoras.
A menudo, después de algunos intentos, solo queda un modelo de convivencia pacífica. Las siguientes medidas protegen las obras humanas y las aves canoras:
Lanzar redes para árboles
Cuando los árboles frutales se acercan al momento de la cosecha, deben cubrirse con grandes redes protectoras. Esto también se aplica a arbustos y arbustos con frutas. Los árboles de nueces deben mantenerse libres para ayudar a los arrendajos a obtener su alimento básico.
Cubrir las camas
Las camas están cubiertas con redes de protección de malla cerrada o alambre.
Diversificar los lugares de alimentación
Los córvidos deben contar con sus propios lugares de alimentación, lejos de la comida para pájaros cantores más pequeños, como bolas de masa hervida. Al reponer, siempre atienda a los córvidos primero para distraerlos.
consejos y trucos
Puedes proteger el nido de tus pequeños pájaros cantores con recintos de espinas o pajareras, que los córvidos no pueden alcanzar.