Consejos de preparación
1. Vacíe el horno
Para que puedas acceder a todas las incrustaciones sin restricciones, debes vaciar completamente el horno. El espacio dentro del horno es limitado. Estos incluyen bandejas o rejillas para hornear. También debes sacar las tapas del horno, ya que se pueden limpiar más fácilmente fuera del horno.
2. Apague el horno
Asegúrese de apagar el horno antes de limpiarlo. Si lo ha usado recientemente, debe enfriarse. De esta forma no se quemará en el horno.
3. No utilice utensilios de limpieza abrasivos.
Nunca limpie el interior del horno con lana de acero o el lado rugoso de una esponja. Eso solo conduce a rasguños.
Eliminar las incrustaciones con bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio es un ayudante doméstico eficaz. Mezclar un paquete del polvo con 50 ml de agua hasta que se forme una pasta. Esto se aplica directamente a las incrustaciones. No se sorprenda si la mezcla hace espuma. El polvo de hornear ya está funcionando.
Después de unos 30 minutos, retire la pasta con el cepillo de mano. La suciedad ahora se afloja y se puede limpiar con un paño húmedo. Dependiendo de la intensidad de la suciedad, es posible que deba repetir el procedimiento.
Retirar las incrustaciones con sal
Si no tiene polvo de hornear disponible, también puede usar sal como limpiador de hornos. La sal de mesa convencional es completamente suficiente para esto, mientras que la sal de roca primero debe molerse. Cuanto más fina sea la sal, mejor.
Humedezca el interior del horno con un paño húmedo. Las incrustaciones en particular deben humedecerse con agua. Ahora cubra la tierra generosamente con sal hasta que esté completamente cubierta. Pon el horno a 50 ° C y espera hasta que la sal tome un color marrón. Esto lleva una hora en promedio.
Apague el horno y use una escoba de mano para quitar la sal del horno. Limpiar una vez con agua y el horno debe estar limpio nuevamente.