¿Qué es realmente la contaminación electromagnética?
Electrosmog no es un término científico. Más bien, se le conoce coloquialmente como la exposición a campos eléctricos y magnéticos a los que estamos expuestos todos los días. Los efectos negativos sobre la salud de tales campos no están científicamente probados, aunque numerosos grupos están convencidos de ello. No obstante, se han encontrado cambios en el cuerpo humano cuando se expone a campos eléctricos y magnéticos de alta y baja frecuencia:
Se observaron cambios en las ondas cerebrales y roturas de doble hebra en las células, así como efectos térmicos. Al parecer, esto no indica un efecto nocivo en el cuerpo humano. Sin embargo, otras fuentes señalan que las vías nerviosas actúan como conductores eléctricos que pueden recibir señales de campos magnéticos externos, por lo que pueden ocurrir estímulos no deseados.
¿Dónde se encuentran los campos eléctricos y magnéticos?
Los campos electromagnéticos están trabajando en todas partes, la tierra está cubierta por ellos, eso es bastante natural. Sin embargo, los seres humanos han creado campos eléctricos y magnéticos adicionales que influyen en los naturales. Dichos campos eléctricos o magnéticos no solo se encuentran cerca de mástiles de transmisión o teléfonos móviles, una gran cantidad de acero también cambia los campos magnéticos. También se generan fuertes campos electromagnéticos durante las tormentas eléctricas.
Electrosmog de colchones de muelles
Los campos electromagnéticos cambian debido a las altas acumulaciones de metal. El núcleo de cada colchón de muelles es una colección de 200 (colchones muy baratos) a más de 1000 muelles de acero. Esta cantidad de acero definitivamente tiene un efecto sobre los campos electromagnéticos existentes. Sin embargo, los expertos creen que el cambio es relativamente pequeño en comparación con otros factores; Por ejemplo, las vigas de acero del edificio tienen un efecto mucho más fuerte sobre los campos electromagnéticos. Otro factor es, por ejemplo, una estructura de cama de metal. Tampoco se ha probado si este cambio en el campo magnético y la radiación asociada tienen algún efecto en el cuerpo.
Conclusión
Se puede suponer que los cambios en el entorno electromagnético tienen un efecto en nuestro cuerpo. Las plumas del lecho de plumas juegan un papel menor, pero pasamos alrededor de un tercio de nuestras vidas en la cama. Por lo tanto, estamos expuestos a este nivel muy bajo de radiación durante un período de tiempo muy largo.