Color versus oxidación
Pintar aluminio en cualquier forma es difícil y solo parcialmente duradero, pero esto no se aplica a las letras, por ejemplo, con un rotulador. Las superficies de aluminio siempre están expuestas a la oxidación natural a menos que se hayan sellado herméticamente con una película o una imprimación.
En teoría, las superficies de aluminio se pueden colorear pintando grandes áreas con un rotulador. Sin embargo, la oxidación provoca un desarrollo de color desigual. Con una rotulación parcial, este desnivel se puede observar claramente.
Quite la pintura no deseada inmediatamente
Incluso cuando se muele el aluminio, el color difícilmente se puede uniformar. A diferencia de los metales duros, la erosión siempre está expuesta a la tendencia a oxidarse y solo se puede compensar pintando completamente sobre ella. En términos simples, el aluminio es un metal en constante "trabajo" que nunca deja de reaccionar por completo con el oxígeno, incluso cuando está anodizado.
Dado que el aluminio es sensible a los ácidos y álcalis, las áreas y superficies pintadas solo pueden eliminarse lijando o cubriendo. Los procesos especiales de anodización pueden retrasar la capacidad de eliminación de la pintura porque ralentizan la oxidación. Las aleaciones especiales como el cobre o el cromado también pueden resultar útiles.
La regla general es limpiar o tratar el aluminio pintado lo más rápido posible. Con cada hora de oxidación, todas las aplicaciones de pintura “se queman” más profundamente y se “adhieren” con una capa de óxido resistente. Esto también se aplica a las imprimaciones para recubrimientos de pintura, que, por lo tanto, siempre deben seleccionarse como transparentes.
consejos y trucos
Su aluminio siempre se oxida, ya sea anodizado o bruñido. Solo un sello hermético evita este proceso. Por lo tanto, al escribir sobre aluminio, por ejemplo con un rotulador, debe recordarse que la aplicación de pintura "se quema" por oxidación natural sin pintar, frustrar o barnizar.